viernes, 28 de marzo de 2014

Viernes, 28 de marzo

Miguel Hernández, 

 por Bela

  

         Tal día como hoy, falleció en la enfermería de la cárcel de Alicante, el gran Miguel Hernández. Fue un poeta y dramaturgo español que tuvo gran relevancia en la literatura española del siglo XX. Se le ha encasillado en la generación del 36 por la gran diferencia de edad que había entre él y Dámaso Alonso, el mayor de la generación del 27. Pero a pesar de la edad, Miguel tenía mayor proximidad a la generación del 27, hasta el punto de ser definido por Dámaso Alonso como “genial epígono de la generación del 27”. 

       Cuando se originó la Guerra Civil española, Hernández formó parte del bando republicano, acontecimiento que le perjudicará al acabar la guerra. Logró escapar de los frentes para casarse con Josefina Manresa, con la que tendría dos hijos. Uno moriría a los pocos meses de nacer, al cual el poeta le dedicará Hijo de la luz y de la sombra. Acabada la guerra, intentó cruzar la frontera de Portugal por Huelva, pero fue detenido por la policía del dictador fascista portugués Salazar, que lo entregó a la Guardia Civil española. En la cárcel, escribió Nanas de la cebolla, referida a la carta que le envió su mujer en la que menciona que solo tenían pan y cebollas para comer. Gracias a Pablo Neruda, fue liberado sin ser procesado, pero, al volver a Orihuela, fue nuevamente detenido y condenado a muerte. Destacados amigos del poema intervinieron para bajar la pena de cárcel hasta los treinta años. Treinta años que no cumpliría, ya que falleció de tuberculosis el 28 de marzo de 1942 en la enfermería de la cárcel. Se cuenta que fue imposible cerrarle los ojos al morir, hecho sobre el que Vicente Aleixandre escribe una elegía.