viernes, 25 de abril de 2014

Con sueños se escribe la vida

“Yo hago lo que usted no puede y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”. 
Madre Teresa de Calcuta.

      Hoy ha sido un día muy intenso. Por fin hemos inaugurado nuestra exposición. Habéis estado sublimes, chicos. 

   

   Esta experiencia nos ha superado a todos. Lo que empezó siendo un proyecto de aula, creció para expandirse. No puedo hoy empezar a mencionar colaboraciones sin resultar ingrata. Pronto publicaremos el proceso de este trabajo. Hoy han sido pocos los grupos que han podido visitar la exposición. Hemos recibido la visita de la prensa y los inspectores. Esperamos que sepan apreciar vuestro esfuerzo, dedicación y esmero y doten al instituto de los medios necesarios para facilitar nuestra labor. Les hemos demostrado lo que somos capaces de hacer sin apenas recursos, ¿qué nos detendrá cuando dispongamos de unos mínimos?

     Como el espacio ya es público, os vamos mostrando algunas fotos del montaje. Tratamos de representar la Cueva de las manos de Argentina. Es un sitio arqueológico y de pinturas rupestres, famoso no solo por la belleza de sus pinturas, sino por su antigüedad. De las 829 manos pintadas, la mayoría fue realizada en negativo. Utilizaban para esto un hueso ahuecado de ñandú por el que soplaban a modo de spray. Nosotros , a falta de ñandú, nos servimos de los botes de spray que, para el efecto, viene a ser lo mismo. También experimentamos con acrílico y ladrillo machacado para lograr la textura. En el proceso de investigación averiguamos que existen más cuevas con el motivo de las manos (Brasil, Chile...) ¿Puede esto relacionarse con la historia de la escritura y el libro? Sin lugar a dudas. El gesto del hombre por dejar su huella en una roca pone de manifiesto el ansia del ser humano desde tiempos inmemoriables de trascender, de inmortalizarse, de expresar un sentimiento y de comunicar una idea. No es más que el inicio de la apasionante historia de la escritura y del hombre.

 No sabemos en qué circunstancias nuestros antergos pintarrajeaban en la roca. Nosotros disfrutamos tal acto y se creó un halo especial en el espacio.

Nuestros chicos dejaron, por supuesto, su huella. En el trabajo recopilatorio aparecerán todos los alumnos que participaron en el proyecto haciendo este gesto.
Nuestra Directora dejó también su impronta. Sin su apoyo incondicional este proyecto no habría salido adelante.

Eva, la profe de Tecnología, mi alma compañera, con ella se hizo posible una quimera

Juanjo, nuestro orientador, que puso luz en tiempos oscuros.



 
La Jefa de Estudios, Justa, a mi izquierda, también se pasó para plasmar su mano.