jueves, 21 de abril de 2016

El público: El amor es solo amor

Alexia Fernández Campos

     El pasado día dieciocho de abril, los estudiantes de primero y segundo de bachillerato del IES Ánxel Fole, tuvimos la oportunidad de disfrutar una representación de la obra teatral El público (escrita hacia 1930 en Cuba), del granadino Federico García Lorca, adaptada al gallego. El autor, considerado uno de los escritores más influyentes del siglo XX, consigue hacer hincapié en diversos temas: la "máscara" del teatro (rehúye el teatro burgués convencional y la falsedad social), la represión homosexual (profundiza en la homosexualidad masculina), la homofobia y el amor libre.
 
     Esta función surrealista, llena de simbología, se sirve de la gran historia de amor de Romeo y Julieta para presentar dos concepciones del teatro que, a su vez, esconden mucho más: el "teatro al aire libre", hipócrita e insustancial, que representa la apariencia, lo que está aceptado por la sociedad; frente al "teatro bajo la arena", verdadero, con los deseos más profundos y ocultos.  
 
     El protagonista, el Director, hace un primer montaje de la obra en el que Julieta es una mujer, y un segundo en el que esa figura está interpretada por un hombre, rompiendo con el tópico del amor entre personas de distinto sexo. La represión de su homosexualidad lo lleva a recibir la "visita" de tres hombres que encarnan su miedo, sus pasiones, sus rechazos, sus inquietudes. Helena, la mujer del Director, vestida de rojo, evoca  la homofobia, la sangre, el dolor y  la propia muerte. Gonzalo, amor pasado de Henrique, simboliza la honradez, el amor real. El emperador impone censura a lo que "no está bien"...
 
     Pudimos conectar con estos personajes de una manera increíble, debido a la colocación del público en gradas, formando un espacio escénico central, y permitiendo a los actores intervenir  en la acción de las maneras más insospechadas. El elenco estuvo compuesto de once actores de la Compañía de Teatro de la USC en Lugo, dos técnicos, un músico y un asistente, que, dirigidos por Paloma Lugilde, crearon un ambiente envolvente lleno de efectos sonoros y visuales que impide apartar los ojos.