martes, 1 de mayo de 2018

Frente a una gran paradoja

ANA CLEMENTINA FERNÁNDEZ FARIÑAS

    El 25 de noviembre del 2017 se catalogaba un dato escalofriante: 917 mujeres catalogadas como asesinadas a causa de violencia machista, siendo 45 las asesinadas durante el año pasado. Ante esta situación, el silencio no es una alternativa válida.

    Por ello, el pasado lunes, día 16 de abril de 2018, el alumnado de primero de bachillerato junto con un grupo de estudiantes de segundo de ESO, asistimos a una charla-coloquio en el IES Ánxel Fole dirigida a la Seguridad e Igualdad de Género, impartida por Marta Rodríguez Engroba, presidenta de la asociación Sí, Hai Saída Contra a Violencia Machista, y Rubén Darío Vega Arias, Delegado de Participación Ciudadana de la Comisaría de Lugo.

    Hablando desde la experiencia personal, Marta Rodríguez nos mencionó ciertos comportamientos que comparten los maltratadores y nos enseñó cómo reconocerlos a través de la narración de un breve relato protagonizado por una adolescente víctima de violencia machista. Seguidamente, Rubén Darío Vega aclaró cuál era el protocolo que se seguía en una comisaría cuando llegaba una denuncia por violencia machista y cuál era la labor de un policía en este tipo de circunstancias. 

   Códigos penales, programas de concienciación, trabajos de seguridad… y lo cierto es que el número de víctimas a manos de violencia de género continúa aumentando y parece no tener freno, convirtiéndose hoy en día en uno de los principales problemas con los que lidia nuestro país. Así, estamos frente a una inmensa paradoja: cuantas más medidas se toman, más aumentan las cifras de agresiones. Precisamente de esta contradicción nace la pregunta: ¿cuál es, entonces, el problema? 

   Personalmente, creo que la educación juega un papel muy importante, es un factor que pesa mucho en la formación personal, además de intelectual, de una persona, desde su infancia hasta su adolescencia, período en el que se adoptan los pensamientos e ideales que después perviven. Quizás ahí se encuentre uno de nuestros mayores obstáculos. De manera inconsciente, siempre en la línea de querer erradicar el problema, se educa a las niñas para que “huyan de relaciones tóxicas” y que “detecten actitudes machistas”. Por supuesto, las mujeres requerimos una serie de sugerencias que nos ayuden en este conflicto pero, ¿por qué no reiterar en la educación de los varones en cuanto a la libertad de las mujeres?   

   Muchos adolescentes crecen con la idea social de que las mujeres tienen que ser correctas, educadas, sensibles y sentimentales. Una forma de aproximar a los niños y niñas la idea de la libertad y emancipación de las mujeres es el feminismo, aplicado a todos los ámbitos de la vida pública y privada. Y es que así lo declaraba Elie Wiesel, escritor estadounidense, superviviente de los campos de concentración nazis: “Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. La posición neutral ayuda siempre al opresor, nunca a la víctima”.

INFORMACIÓN EXTRAÍDA DE: 
 
Ponencia impartida por Marta Rodríguez Engroba y Rubén Darío Vega Arias.

 
El país (2017).  Disponible en: https://politica.elpais.com/politica/2017/07/24/actualidad/1500887648_549205.html [Accedido 17 Apr. 2018].