viernes, 11 de mayo de 2018

Rosalía sin prejuicios

LUCÍA GÓMEZ FERNÁNDEZ

   El 27 de abril el alumnado de primero de bachillerato y un grupo de cuarto de la ESO del IES Ánxel Fole tuvimos el placer de asistir a la ponencia “A visión do mundo na obra de Rosalía de Castro” impartida por Francisco Rodríguez, gran estudioso de la autora y doctor en Filología Románica. El ponente defendió en 1988 su tesis de doctoramiento Análise sociolóxico da obra de Rosalía de Castro en la Universidad de Santiago de Compostela, siendo el primero en estudiar a la escritora con tanta profundidad. Es también autor de diversos libros centrados en la literatura gallega y colabora en la revista de investigación Follas Novas. Estudos rosalianos.
   
   ¿Cómo era Rosalía? La mayoría de la gente tiene información errónea de la ilustre poeta gallega. Nos imaginamos a Rosalía como una mujer tranquila, de familia más o menos acomodada que escribía cosas en gallego cuando nadie lo hacía. Por suerte, tras esta ponencia los asistentes podemos hablar con muchísima más propiedad sobre Rosalía de Castro, su ideología y la lucha que llevó a cabo.
 
   Al ser de una familia hidalga, tuvo acceso a privilegios que no todos podían disfrutar. Esto, sumado al gran apoyo que su madre le brindaba, permitió que Rosalía pudiera acceder a una muy buena formación: de adolescente pudo estudiar en el Liceo de la Juventud de Santiago y, años más tarde, se trasladó a Madrid en busca de más oportunidades. Allí conoció al que sería su marido, Manuel Murguía. Siempre recibió apoyo de él, quien admiraba el talento de la escritora. Rosalía fue muy afortunada, pues ser mujer en esa época implicaba tener muy restringido el acceso a la cultura y una grandísima oposición a la hora de publicar libros, algo que se ve en el elevado número de autoras del siglo XIX que firmaban como si fueran hombres. Ella, en cambio, firmó todas sus obras con su nombre real, usando solo en contadas ocasiones sus iniciales. Aquí se aprecia la valentía de la escritora, ya que se tenía que enfrentar a más obstáculos por su condición, además de su ideología feminista, plasmada también en su obra.
 
   Rosalía tuvo un gran proyecto cultural: restaurar la cultura y la lengua gallega. Pese a comenzar su carrera literaria publicando en castellano, ya que era mucho más sencillo vender libros, no tardó enempezar a reivindicar el uso de su otro idioma natal. En 1863 publicó Cantares Gallegos, su primera obra en gallego. En ella la idea central es que ser gallego no está reñido con estar al día, con ser moderno. En 1880 publicó el que sería otro gran éxito, Follas Novas, un libro filosófico sobre su tierra, Galicia. Como dijo el relator, esta labor es muy destacable por parte de Rosalía: el gallego en el siglo XIX se usaba solamente en el ámbito coloquial, apenas había producción literaria y tenía muy mala consideración social. Estas obras son, además, unas joyas literarias. Pocos poemas del momento se pueden comparar con los suyos.
 
   La escritora no tenía pelos en la lengua y, si algo no le parecía justo, lo decía sin reparos. La situación de la mujer, la discriminación de los homosexuales o el repudio del suicidio son algunos de los temas que trató en su obra o, mejor dicho, denunció. Su ideología era muy avanzada para su época, se podría corresponder perfectamente con la de un siglo después. Esto, como bien dijo Francisco Rodríguez, tuvo que ser horrible para ella: tener que vivir en una sociedad que no piensa para nada como tú y ver cómo las injusticias ocurren debe de ser muy frustrante.
 
   Algo que llamó mi atención fue cómo terminó su vida . Para ser sincera, yo siempre pensé que había vivido siempre bien, acomodada, sin ninguna complicación, pero el ponente nos dejó claro que no fue así. Decidió abandonar su lucha cuando vio que apenas tenía apoyo y terminó viviendo de la caridad y del dinero que los emigrantes gallegos le enviaban por las ganancias de sus obras en otros países. Terminó sus días preocupada por la muerte de Galicia, su tierra. Me causa mucha pena saber esto. Después de todo lo que trabajó, tenía que estar realmente desmotivada para decidir tirar la toalla. Si hay algo que me enorgullece es ver cómo su lucha ha obtenido sus frutos: publicar en gallego ya no supone un gran problema como antes y Galicia está más viva que nunca.