Siguen pasando los años… como caen las hojas en otoño…
Por Andrea y Estela
Destacaba por su excentricidad y, sobre todo, por la controversia y la polémica que generaba. Con eso supo crear su propio personaje, lo que complica el separar su obra de su vida. Una noche tormentosa de verano de 1816 en una de las propiedades de Byron se reunieron John William Polidori, Mary Shelley y Percy Shelley. Byron retaba a sus huéspedes a una competición de relatos terroríficos. Mary Shelley escribió Frankestein y Polidori, El Vampiro. La autora se reflejaba en su propia criatura y se veía como un engendro de la naturaleza que nunca debió de ser creado. Por su parte, Polidori trazaba la figura del vampiro inspirándose en el propio Byron. Estos seres “te atraen” y, al hacerlo, te absorben, te ‘desgastan’. El autor presentaba así a Byron, como un individuo con personalidad vampírica. Así era Byron, único y exclusivo.
En la lucha por la independencia de Grecia, en 1823, escribió su última composición completa A mis treinta y seis años. Lord Byron inspiró a autores posteriores. Goethe, ante la noticia de su muerte, escribió: «Descansa en paz, amigo mío; tu corazón y tu vida han sido grandes y hermosos». Víctor Hugo, por su parte, declaró: «Lord Byron, en sus lamentaciones, expresó las postreras convulsiones de la sociedad que estaba muriendo». Edgar Allan Poe también tuvo a Byron como una inspiración desde muy joven.
Para no dejaros con la miel en los labios sobre este autor, os dejamos aquí un enlace del precioso poema de Lord Byron: "Hubo un tiempo".