Rompe a cadea
Nuestro videoclip de denuncia contra la violencia de género
Beny Argüelles se volcó en la producción de este videoclip con el alumnado. El resultado habla por sí solo. Ha derrochado tiempo, creatividad, talento, trabajo, compromiso y una gran pasión. La pasión que pone en todo lo que hace. ¡Cuán poco valoramos lo extraordinario cuando se convierte en cotidiano! Gracias, Beny, por tu perenne generosidad y permanencia.
Este año decidimos centrar nuestro objetivo en la transmisión intergeneracional de la violencia de género. Cada año asistimos a nuevas políticas contra la violencia de género; sin embargo, lamentablemente, no están conllevando una merma de la violencia contra las mujeres. ¿No deberíamos poner el foco en otros ámbitos de actuación? Las últimas investigaciones al respecto concluyen que uno de los ámbitos que influye en la transmisión intergeneracional de la violencia de género es la crianza de hijos e hijas. A pesar de ello, los planes estatales no lo incluyen como ámbito prioritario de intervención. La familia es el eje primordial de la sociedad y, por lo tanto, el primer entorno de aprendizaje y transmisión cultural. Este convencimiento es la razón que impulsó la creación de este videoclip. Ponemos el foco en esa crianza diferencial y sesgada hacia el machismo en la que el individuo va definiendo su personalidad a partir de los mensajes que recibe de sus progenitores y de los objetos con los que se relaciona. En la primera etapa de la infancia ya se inoculan esos estereotipos y roles de género que, en los años posteriores, van condicionando la interpretación que los niños y niñas realizan de la realidad que les rodea. Esa es la razón por la que incluimos a una madre y su hija como protagonistas de la historia narrada.
Emergemos a la sociedad como seres humanos desde el seno familiar. El aprendizaje intergeneracional condiciona nuestra personalidad y nuestra actitud frente al mundo. En definitiva, delimita nuestro futuro, el de todos y todas. Es por eso que exhortamos al cambio con el lema Rompe a cadea, la cadena que nos ata y limita como individuos y como sociedad y la cadena intergeneracional que es preciso romper para avanzar en libertad y erradicar la violencia de género. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de implementar una educación igualitaria, libre de sesgos y prejuicios.