martes, 3 de noviembre de 2020

Empezando

Huelga decir que este curso está resultando extraño. A estas alturas todavía no subí nada al blog y, desde luego, no es por falta de trabajo, bien al contrario. La pandemia ha despertado una forma distinta de ver o intentar ver. Está resultando un trabajo de autoconocimiento, descubrimiento y reconstrucción. Vivimos con especial intensidad el día a día en el aula. Sorbemos cada minuto con nuestro alumnado como si en cualquier momento este instante nos pudiese ser arrebatado. Nuestro mayor temor, el confinamiento. 

Nadie pudo presagiar que viviríamos una situación que bordea lo kafkiano.Ordenamos a nuestros pupilos en entradas y salidas cual tropas militares. Limpiamos, desinfectamos, oreamos, pulverizamos... Puertas y ventanas permanecen abiertas y la ventisca, el frío y la humedad campean ufanas por las aulas. ¿Y el alumnado? Pues estoico. No replica, no cuestiona, no demanda. Temen que cualquier gesto reprobatorio pueda devolverlos al aislamiento. Todo vale. Cualquier cosa, menos el confinamiento.