Asistimos a las I Jornadas Feministas=Igualdad

No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida.

Simone de Beauvoir

El alumnado de primero de bachillerato asistió hoy a las I Jornadas Feministas=Igualdad organizadas por la Diputación con la colaboración del Foro Feminista de Lugo.

Las intervenciones comenzaron sobre las 9.30h y se alargaron hasta las 14.45h. Pese a la prolongación de las mismas, el tiempo pasó raudo e inexorable y sentimos ya nostalgia al franquear la puerta de salida.

Las jornadas estaban dirigidas al público en general y predominaban asistentes adultos. Pero nuestro alumnado también estaba allí y fue tratado con especial esmero y atención. Hubo varios guiños a su presencia en el acto e, incluso, fueron interpelados para intervenir con su opinión. No se arredraron. Ni siquiera retrocedieron cuando Silvia Pérez les invitó a definir el término prostitución. Una alumna alzó su mano para trazar con cautela y sutileza el significado y, cómo no, lo hizo con perspectiva de género. La ponente elogió su perspicacia y comparó su agudeza frente a las definiciones sesgadas de los diccionarios.

Había un equilibrio muy medido entre todas las exposiciones, de forma que se tocaron aspectos muy dispares referidos a la violencia machista, patriarcado, estereotipos, brecha salarial, techo de cristal, igualdad y equidad. Se comentaron las etapas claves en la historia del feminismo y también la evolución del estatus jurídico de la mujer. La voz cautivadora e intensa de Sheila Patricia constituía un punto de inflexión entre las intervenciones mágica y sugerente. La jornada se cerró con el monólogo de Patricia Sornosa. Inteligente, mordaz, penetrante, atrevido, épico. Fue, en definitiva, un curso intenso y completo en materia de igualdad de género.

Aprendimos cuánto hemos evolucionado, pero también cuánto queda por hacer. Y en este punto los actores de estas jornadas apelaban a nuestro alumnado exhortándolos a la acción y a una actitud crítica con el entorno. La situación no es para menos. Los especialistas alertan del incremento del negacionismo de la violencia de género entre los jóvenes. Y no, no es una invención esta estadística. Los docentes percibimos ese movimiento en las aulas y urge un análisis profundo para poder abordarlo. No vale mirar para otro lado, ni dejarlo pasar. La neutralidad y el silencio ayudan y alientan al opresor. Los derechos adquiridos son frágiles. Más que nunca debemos permanecer vigilantes y activos.